En el
comentario del articulo comenta que por fin pudieron llevar a cabo una de sus
instalaciones más queridas, Pescando en luz.
Fue
posible gracias al Festival de cultura en la calle de Rivas Vaciamadrid, una
ciudad al sureste de Madrid, donde pudieron materializarla, donde la
participación ciudadana fue la razón de ser y en el que los vecinos,
generosamente, les prestaron todo tipo de recipiente, para que los llenaran
de luz, patos y peces de colores, invitando a los paseantes, al saludable
deporte de la pesca urbana, nocturna e iluminada.
Para esta
acción participativa, solicitaron 500 recipientes prestados, de los que
finalmente consiguieron unos 250, con los que montaron un lago colorista de
agua y peces, no tan grande como les hubiera gustado, pero igualmente
concurrido, en el que grandes y pequeños pescaron en una agradable penumbra, que
a pesar de invitar al recogimiento, acabó convertida en una alegre algarabía de
gritos ilusionados, de los más pequeños, cada vez que lograban atrapar un
valioso trofeo.
Durante
una semana, se recogieron envases, anotando el nombre de los dueños en los
propios objetivos, ya que querían que ese dato se sumara a la instalación
además de ayudarlos a identificar los objetos para su devolución.
Incluso
esa misma noche, la gente que acudía al evento, llevaba bajo el brazo más
recipientes, de manera que la instalación fue creciendo a lo largo de la noche,
desbordando sus expectativas.
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